Synesthesia fue el producto de una investigación sobre instalaciones de arte con productos comestibles y el maridaje, tomado como la combinación de alimentos entre sí, así como con la bebida.
El punto de partida de nuestra investigación fue el concepto de maridaje y los consejos para lograrlo de la mejor manera posible. Estos fueron ubicados en el libro Los maridajes de la cerveza y la gastronomía: guía práctica para encontrar las mejores combinaciones editado por la Asociación de Cerveceros de España. En él encontramos lo siguiente:
Que los sabores de la bebida no sobresalgan sobre los de la comida, y viceversa.
Que haya un equilibrio entre aromas y sabores. La bebida puede equilibrar el sabor o el aroma más potente del plato.
O bien, que provoque el contraste. Maridaje por contraste de polos opuestos, siempre que no haya vencedor, sino que la pugna acabe en empate.
Al revisar estos conceptos, planteamos en un primer momento una instalación similar a las de la artista Marije Vogelzang, donde el público participara directamente en la manipulación de la comida, proponiendo así un maridaje principal y dando libertad a los espectadores de que se acercaran a todos los productos y realizaran su propia combinación. Además, comenzamos a investigar sobre algunas especias y la disposición de los alimentos para lograr un mayor atractivo visual.
A partir de allí realizamos las siguientes propuestas:
Mientras estas propuestas eran corregidas, nos dimos cuenta que nuestra experiencia sensorial estaba limitada al sentido del gusto, olfato y vista, y que estos no eran realmente alterados. Es decir, no provocaríamos una reacción lo suficientemente fuerte. Por ello, al leer nuevamente los consejos sobre el maridaje, nos dimos cuenta que ellos podían aplicar a todos los sentidos, y es así como logramos llegar a la idea de la Sinestesia.
Con ello queríamos lograr la combinación sensorial, que el producto pudiese ampliarse a tal punto que un sonido o un color pueden aumentar su impacto de manera exponencial.
Estas fueron las primeras propuestas para el desarrollo de la experiencia, donde un sólo elemento pudiese contener más de un sentido:
Como podrán observar, estos bocetos son los detonantes de la experiencia que mostramos en nuestra entrada anterior. Un proyecto de diseño conlleva un largo período exploratorio, y es en su riqueza que radica el éxito o no de una intervención. Aunque el producto final sea de una sencillez abrumadora, este debe ser contenedor de una investigación profunda que le carga de sentido y hace que la experiencia para el usuario, sin importar el contexto, sea enriquecedora.
Nota de la autora:
Este proyecto fue producto de la asignatura Taller de Espacio Comercial del programa Diseño de Espacios/Escenario de la Colegiatura Colombiana, Medellín.
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